Este municipio se sitúa al nordeste de la capital burgalesa, entre Rubena, Atapuerca, Riocerezo y Fresno de Rodilla. Tiene 16 km2 de superficie y cuenta con una población de 112 habitantes.

La localidad se encuentra al nordeste de la capital. La Iglesia de San Esteban Protomártir, de los siglos XV al XVIII, es el principal referente patrimonial. En ella se combinan desde el gótico de transición al estilo renacentista y el barroco. Cuenta con una única nave rectangular con contrafuertes y capillas laterales y cabecera cuadrada del siglo XVI. La torre campanario (de 1555) tiene un vistoso remate en chapitel. El acceso se efectúa a través de un gran pórtico renacentista con arco carpanel y bóveda estrellada. En el interior, la portada es de estilo gótico flamígero. El templo alberga, además, una interesante pila bautismal románica con pie de estilo renacentista, al igual que el púlpito.

En la calle principal hay una interesante Fuente de origen medieval, con bóveda de medio cañón y tejado a dos aguas, con un abrevadero y un lavadero adosados.

El Ayuntamiento, de 1905, tiene restos de capiteles y un escudo reciente. Junto al edificio se erigió en 2011 un monumento en honor al piloto de aviación Jules Vedrines, ganador de la 1ª carrera aérea internacional París-Madrid en 1911, que durante el trayecto sufrió una avería mecánica que le obligó a aterrizar en Quintanapalla.

En la historia de la localidad hay un hecho tan notorio como curioso: la boda de Carlos II con María Luisa de Orleáns (1679), que se celebró en Quintanapalla y que cada año en el mes de agosto es objeto de una representación teatral bajo el título “Camino de Amores”, protagonizada por los propios vecinos del pueblo.